Dr. Roberto Rivera Pérez
La pandemia del Sars-Covid19, la cual ya cumplió poco más de un año desde su mutación biológica y su registro médico internacional, no solo impugnó los sistemas de salud y organismos internacionales, sino que también vino a cuestionar el antropocentrismo que caracterizaba al ser humano propio de la modernidad y posmodernidad de finales del siglo XX, ya que recordó a la humanidad en general, que se es parte de una especie más que está sujeta a las eventualidades e incertidumbres que provoca la selección natural y los cambios abruptos de las condiciones climáticas, así como el acceso a los recursos escasos (neguentrópicos).
Asimismo, la pandemia del Covid19, ha demostrado la poca solidaridad internacional y las relaciones jerárquicas estructurales que persisten en la organización mundial (Primer y Tercer mundo), a pesar de las múltiples invitaciones de parte de los organismos internacionales, como son la ONU, OMS y FAO, para que se fomente el apoyo mutuo entre países. No obstante, la realidad internacional ha demostrado reiteradamente que los intereses geopolíticos e ideológicos nacionales, se han sobre puesto al cuestionar si se debe o no dar la ayuda, y en qué condiciones otorgarla.
Asimismo, el fenómeno del encierro voluntario, autoimpuesto, forzado u ocasional, en compañía de las medidas de seguridad y salubridad que cada familia nuclear adopta al interior de sus respectivos grupos domésticos, han venido a desarrollar nuevas prácticas para la comunicación, cada vez más vinculada o supeditada a las redes sociales y los medios masivos, formas alternativas de organización social y para la convivencia, pero también se han incrementado los problemas de violencia doméstica, depresión psicológica y la lucha por el espacio y demás recursos escasos entre los vecinos y familiares.
Sin mencionar, que los infantes que se encuentran en edad escolar y de formación básica, pasaron de la educación presencial a la virtual, secundada por el apoyo didáctico que puedan dar los padres en el proceso de formación de sus hijos. No obstante, la mayoría de los progenitores no están preparados o formados para cumplir y suplir las labores docentes, lo que a carrereará nuevas problemáticas sociales y de exigencias en la formación y de nivel académico. Igualmente, no se puede perder de vista la influencia que tuvo la televisión en la formación del homo videns, y la ahora necesaria influencia de la Internet (como un agente no-clásico), pero que ha tomado una mayor relevancia en el tiempo que lleva el resguardo por seguridad de salud.
A partir del contexto anteriormente esbozado “la nueva realidad”, y que ya no es extraña para ninguno de los lectores, la presencia del Sars-Covid19 también ha provocado que se comience a cuestionar algunos de los viejos problemas y paradigmas que ya se daban por concluidos y solventados en varias de las ciencias disciplinares, por ejemplo:
a) El viejo debate sobre la relación dicotómica entre la naturaleza y la cultura; b) El derecho humano a la explotación de la naturaleza, a partir del empleo de la ciencia, c) La supuesta reducción de las relaciones e interacciones sociales, a razón de la era digital, d) El antropocentrismo fomentado por la era moderna y posmoderna, entre otros muchos debates contemporáneos.
El punto es, que para poder analizar las múltiples realidades y dimensiones de los actuales contexto glo-cales, se requiere volver a revisar los viejos paradigmas, afirmaciones y demás apuestas teóricas que ya se daban por corroboradas y aceptadas, así como establecer nuevas preguntas en contextos de los viejos problemas, pero también es necesario hacerse consciente de las propias cegueras y limitantes del conocimiento. Así como, el reconocimiento del error y la reparación de los daños teóricos que se hayan formulado, en contextos previos a la pandemia.
No obstante, no basta con las buenas intenciones para lograrlo, aunque verdaderamente se necesitan, sino que se requiere del trabajo colaborativo de grupos impares interdisciplinarios y el acceso a prácticas y metodologías transdisciplinarias. Las cuales, estén supeditadas a las herramientas de análisis de contenido, como son: los diálogos- debate, los marcos epistémicos, los diálogos de saberes, los diálogos epistémicos comunes, la arqueología de saberes, entre muchas otras, así como el desarrollo de prácticas investigativas que recurran o recuperen varias de las anteriores, a fin de que sean los parámetros teóricos metodológicos que permitan la construcción y sostén de los isomorfismos que requiere el nuevo lenguaje de investigación no disciplinar.
Sin olvidar, el necesario poliglotismo científico en el desarrollo de investigaciones que acojan alguna de las propuestas teóricas de la complejidad, como son: las ciencias de la complejidad, el pensamiento complejo, las lógicas no-clásicas y la teoría del caos.
El camino que la incertidumbre de la evolución de las especies (incluida la humana), y que está manifiesta en la selección natural que nos ha detonado la pandemia. Reclama el volver a cuestionar y revisar viejos y nuevos paradigmas, como parte de los motores de las revoluciones científicas. El camino sigue siendo largo, pero como diría un viejo proverbio de Lao-Tse: “Un viaje de mil millas, comienza con un primer paso”.
Referencias:
Andrade Salazar, J A. y Rivera Pérez, R. (2019). La investigación: Una perspectiva relacional. Bogotá, Colombia: Fundación Universitaria del Área Andina. Casas Álvarez, J. G. y Rivera Pérez, R. (2018). Orientación preliminar y básica para investigar desde el pensamiento complejo. En C. J., Delgado Díaz. Investigar desde el Pensamiento complejo. Ciudad de México, México: Multiversidad Mundo Real Edgar Morin.
Pérez Tamayo, R. (2014). La revolución científica. México: Fondo de Cultura Económica. Rivera Pérez, R. (2020). La neguentropia en el proceso de la evolución humana. En M. V., Nava Avilés. Complejidad y transdisciplinariedad. Ciudad de México, México: Castellanos Editores.
Quise retomar esta problemática propuesta, hoy después del levantamiento en muchos países las restricciones de aislamiento voluntario y obligatorio; con una reserva en la información de eventos restrictivos en China, país que hoy día sigue manteniendo medidas restrictivas, acorde con la poca información que permiten al exterior. Ciertamente, cuando se planteo el debate, la humanidad consiguió un grado de conciencia sobre los recursos naturales, los animales reaccionaron positivamente, observando especies quizás ya extintas, esto para mencionar que cuando el ser humano sintió el cambio, no esperado, pensó que la vida vista hasta el momento había generado un consumo desmedido de… Read more »